“Para el bienestar intelectual de la humanidad (del que depende todo otro bienestar) es necesaria la libertad de opinión”
John Stuart Mill

Estudiante de 9º semestre de la Licenciatura en Economía
La libertad es uno de los pilares del bienestar de las sociedades (Acemoğlu y Robinson, 2019). Las sociedades democráticas del siglo XXI se construyen (con mayor o menor éxito) sobre el respeto de la libertad de expresión, de acción y de participación política, lo cual crea un terreno fértil para la actividad económica y el desenvolvimiento de los ciudadanos en el sector público. Más allá de la economía, la libertad percibida por la población de una sociedad ha sido relacionada con mayor felicidad (Gundelach y Kreiner, 2004), así como la tolerancia religiosa (Minkov, Welzel y Schachner, 2020) y la tolerancia legal y social a las distintas identidades sexuales (Thomeer y Reczek, 2016).
Este valor es el tema central del ensayo “Sobre la libertad” de John Stuart Mill, uno de los fundadores del pensamiento liberal y uno de los más grandes pensadores de Occidente. En su obra, Mill realiza una conmovedora defensa, justificación y promoción de la libertad, la cual hoy yo me atrevo a revisar para compartirla con el lector. La razón por la que lo hago es porque pienso que la obra mantiene su relevancia hoy en día, lamentablemente, no sólo por los relativos avances en términos de libertad alrededor del mundo, sino por los ataques bajo los cuales se encuentra. Estos ataques son particularmente relevantes para el caso de México, país en el que la libertad de expresión implica el poder escribir para el periódico cualquier noticia, pero no incluye la protección para evitar que muera el autor en crímenes mayoritariamente impunes (Reporteros Sin Fronteras, 2022). En efecto, desde 1859, en su apasionada defensa del valor que consideraba más importante para el bienestar humano, el político, filósofo y pensador inglés pudo prever que las razones por las cuales la libertad era perseguida en sus tiempos eran atemporales: “Es de temer que las enseñanzas de este ensayo conservarán su valor durante mucho tiempo” (Mill, 1859, p. 52).
Curiosamente, Mill defiende la libertad en términos de utilidad, ligando su respeto con los beneficios que produce en diferentes campos. Esto habla tanto de la educación utilitarista del filósofo como del alcance que tiene la libertad para transformar positivamente todos los asuntos humanos. Particularmente, defiende la libertad como un vehículo para encontrar la verdad en las cuestiones sociales. Mill argumenta que la resistencia a escuchar opiniones contrarias a la hegemónica –por suponer que esta es verdadera– supone una confianza de infalibilidad en ella, pues implica que las personas que la formularon inicialmente lo hicieron de forma perfecta. El limitar la libertad de un posible hereje para expresar su postura contraria al statu quo implica pensar que es naturalmente errónea, por ser distinta a la convencional. Esta lógica va en contra del enfoque científico que caracteriza el pensamiento de Mill: “existe la más grande diferencia entre presumir que una opinión es verdadera, porque oportunamente no ha sido refutada, y suponer que es verdadera a fin de no permitir su refutación” (p. 95). El reducir al silencio una opinión que se cree que es errónea significaría creer en la infalibilidad del juicio de quien defiende la perspectiva dominante.
A sus ojos, la verdad debe ser constantemente debatida y cuestionada por una serie de diferentes razones. En el caso de que la opinión predominante efectivamente sea verdadera, el debate permite mantener presentes los razonamientos detrás de la misma, lo cual evita que se degrade de una conclusión a una costumbre o un prejuicio. Pero, argumenta el autor, estos casos son la minoría en temas sociales. La mayoría de las veces, las verdades que guían nuestra forma de existir en sociedad son únicamente parciales. El progreso consiste en sustituir una verdad parcial por otra también parcial, pero más avanzada en teoría y práctica. De forma poética, Mill plantea esta capacidad de la humanidad para aprender de sus errores, mediante la discusión, como la fuente de “todo lo respetable que hay en el hombre, tanto como ser intelectual como ser moral” (p. 96). Los ejemplos prácticos de este proceso son innumerables. Mill destaca la historia de Sócrates y Jesucristo, hombres que fueron asesinados por sus declaraciones religiosas pero que son admirados moralmente todavía más después de su muerte que en vida. En la economía, es notable que cada paradigma tiene sus aportaciones (el libre mercado de los clásicos, la macroeconomía neoliberal, las asimetrías de poder de la teoría de la dependencia) que complementan siempre de forma creciente, aunque imperfecta, el entendimiento de los sistemas económico y político.
Desde otra óptica, la libertad es también fuente de prosperidad porque la diversidad permite a la humanidad crecer y mejorar. Además de la opresión, la mediocridad es una de las más grandes preocupaciones que Mill manifiesta en su ensayo. Asegura pesimistamente que “la tendencia general de las cosas a través del mundo es hacer de la mediocridad el poder supremo de los hombres” (p.164), justificado por su percepción de que la imposición de formas de pensar y actuar conduce al conformismo y la atenuación de los poderes creativos de las personas. Argumenta que la costumbre es antagonista del progreso, y es respaldada por el gobierno y la sociedad que limitan la libertad de pensar y de actuar. El remedio, a los ojos de Mill, es la diversidad, pues piensa firmemente que nadie conoce mejor que uno lo que es de mayor beneficio para sí mismo. Cuando las personas son libres de decidir lo que quieren ––incluso si la sociedad piensa que están cometiendo un error–– llegan a uno de dos puntos, ambos igualmente valiosos para el pensador británico: efectivamente alcanzan una mayor felicidad o se dan cuenta que la sociedad tenía razón, proceso que les permite aprender por experiencia y ejercitar su razonamiento.
El tema de la diversidad de pensamiento y de acción es especialmente interesante hoy en día. Desde su época, Mill advertía que el poder de la sociedad puede ser todavía mayor que el del gobierno para limitar la diversidad. Esta idea parece describir el estado del uso político de las redes sociales. Numerosos estudios demuestran la existencia de “cámaras de eco” en las redes —situaciones en las que la gente interactúa (a propósito o a causa del algoritmo) únicamente con personas que comparten sus ideas políticas (Barberá, Jost, Nagler, Tucker y Bonneau, 2015; Hong y Kim, 2016; Cinelli, Morales, Galeazzi, Quattrociocchi y Starnini, 2021). Dichos estudios demuestran el efecto polarizante que este fenómeno tiene al crear situaciones en las que es más difícil lograr el consenso y el compromiso. Al convertir al oponente en hereje se pierden dos ventajas del diálogo. En primer lugar, se puede ahogar una parte de la verdad que un bando se niega a reconocer en la postura del otro: “es un vano sentimentalismo decir que la verdad goza, como tal verdad, de un poder inherente, de que el error carece, para prevalecer contra las prisiones y la hoguera” (Mill, 1859, p.109). Más aun, se pierde la propia capacidad para defenderse racionalmente en un debate abierto, pues se atrofian los argumentos y se desconocen las ventajas y fortalezas del lado contrario. En su entrevista con Carlos Bravo Regidor (2022), el periodista Pablo Stefanoni argumenta que esta falta de interés en leerse mutuamente es lo que llevó a las izquierdas y derechas de hoy en día a ambas situarse como las facciones perdedoras política y económicamente, pero superiores moralmente. Desde esta perspectiva, ambas se han radicalizado y atacan el status quo, sin coincidir en cuál bando es el statu quo.
Al leer sobre todos los beneficios que trae consigo la libertad, es natural cuestionarse si existe algún límite para la misma. Esta es la tesis central del libro de Mill, en tanto que las ventajas previamente descritas son argumentos que demuestran por qué es importante la respuesta. Mill plantea que debe haber un límite a la intervención del Estado y de la sociedad en las decisiones del individuo, pero que no debe ser nula. En efecto, el límite de la libertad está determinado por el bienestar de los demás. Es decir, cada quien debe ser totalmente libre para obrar como le plazca, incluso si esto conlleva el detrimento de su propia persona, siempre y cuando no perjudique a los demás. Puede parecer una conclusión evidente, pero no es para nada trivial. Actualmente Twitter, una red social con 206 millones de usuarios diarios, está revisando sus políticas de moderación después de haber sido comprada por Elon Musk, un autodeclarado absolutista de la libre expresión (The Guardian, 2022). En los deportes, el campeón, medallista olímpico y seleccionado al equipo All-NBA Kyrie Irving fue suspendido por su equipo y patrocinador (Nike) por promover un documental con contenido antisemita en su perfil personal (ESPN, 2022). En la política, la polarización partidista ha causado un incremento en violencia por razones políticas (Piazza, 2022). Estos ejemplos demuestran la vigencia de las advertencias de Mill y la importancia de seguir hablando de libertad en nuestros tiempos.
Llama la atención el conjunto de acciones incluidas en la medida a la que Mill hace referencia al escribir que la libertad tiene como límite el bienestar de los demás. No se detiene en reprobar los actos que directamente dañan a los demás, sino que asegura que también es incorrecto hacer comentarios que lleven a otros a dañar a terceros, incluso si uno mismo no toma lugar en el acto de violencia. Finalmente, condena también la negligencia que uno tiene con aquellos a los que les debe algo ––por ejemplo, la sociedad, que teóricamente cuida de sus miembros–– y con quienes están en situación de vulnerabilidad. Mill considera que por el simple hecho de vivir en sociedad uno obtiene beneficios de la misma (seguridad, pluralidad, recursos) y por ende está obligado a respetar a sus miembros. Esto supone el “tomar cada uno su parte en los trabajos y sacrificios necesarios para defender a la sociedad o a sus miembros de todo daño” (Mill, 1859, p.179). ¿Esto implica entonces alzar la voz ante el racismo, sexismo, clasismo y demás instancias de odio? ¿Pagar los debidos impuestos para el mantenimiento del sistema público? ¿Respetar las reglas de vialidad?
Los ámbitos que pueden entrar dentro de este paraguas van desde lo más cotidiano hasta lo más ideológico y por la naturaleza de su obra Mill no se toma el tiempo de considerar cada caso específico más allá de unos cuantos que afianzan la regla general. Sin embargo, sí existen voces contemporáneas que retoman su mensaje y ofrecen respuestas a estas preguntas. Quisiera destacar a Aurelio Arteta, filósofo español partidario de la idea de ser intolerantes a la intolerancia (Arteta, 2006). Arteta cita precisamente a John Stuart Mill en su obra, basándose en él para argumentar en contra de una tolerancia ilimitada que permita el crecimiento del odio y la animosidad. Si bien es cierto que para ser tolerante se tienen que admitir posturas con las que uno no está de acuerdo ––en su defecto, no habría virtud por aceptar lo que uno ya favorece––, existe una importante diferencia entre las que implican una discrepancia en percepciones (por ejemplo, sobre el sistema político ideal o la religión que se desea profesar) y un intento de opresión. Precisamente Mill advierte contra tolerar a quienes argumentan en mala fe, de forma desleal, quienes tergiversan los datos, omiten información inconveniente para ellos mismos y buscan crear asimetrías de poder sobre los demás. En la llamada “era de la desinformación”, el llamado a defender la verdad de parte de Mill no podría resonar con mayor fuerza en el corazón de la sociedad.
Encontrar el límite entre lo que infringe los derechos de los demás y lo que simplemente amenaza con cambiar el statu quo es difícil de encontrar, pero no por eso se convierte en una tarea menos valiosa. En un último ejemplo práctico que me gustaría destacar, Mill regala al público lector una triste versión de la realidad que viven las mujeres que intentan romper el paradigma hegemónico machista: “el hombre, y más todavía la mujer, que puede ser acusado de hacer ‘lo que hace nadie’ o de no hacer ‘lo que hace todo el mundo’ es víctima de una calificación tan despectiva como si él o ella hubieran cometido un grave delito moral” (Mill, 1859, p.168). Si se sigue la lógica establecida a lo largo del libro, la liberación femenina de los roles impuestos es una rebelión contra el orden prevalente que no solo debe ser admitida por la libertad de expresión y de acción, sino también promovida, pues la diversidad y la individualidad son los únicos caminos para que cada quien obtenga la mayor felicidad y ofrezca a la sociedad lo mejor que tiene para ofrecer.
Para cerrar mi escrito, me gustaría citar la dedicatoria del ensayo original, por dos razones en particular. En primera instancia, debido a que se prueba como verdadera la aseveración del autor del prólogo para la edición de Alianza Editorial, Isaiah Berlin, quien en la conferencia del Robert Waley Cohen Memorial de 1959 aseguró que “en el caso de Mill no existe contradicción entre comportamiento y obra” (p.13). El pensar, sentir y actuar del hombre que perdió a su esposa en 1858 y publicó su libro un año después, ––en el siglo en el que las mujeres eran apenas recientemente admitidas en la Academia–– y 70 años antes de que se les permitiera el voto en Inglaterra, seguían una misma línea moral. En segundo lugar, lo cito porque sencillamente me parece hermoso y espero que le quite el aliento al lector como me lo quitó a mí:
“A la querida y llorada memoria de la que fue inspiradora, y en parte autora, de lo mejor que hay en mis obras: a la memoria de la amiga y de la esposa, cuyo exaltado sentido de lo verdadero y de lo justo fue mi estímulo más vivo, y cuya aprobación fue mi principal recompensa, dedico este volumen. Como todo lo que he escrito desde hace muchos años, es tanto suyo como mío; pero la obra, tal cual está, no tiene, sino en un grado muy insuficiente, la inestimable ventaja de haber sido revisada por ella; algunas de sus partes más importantes se reservaron para un segundo y más cuidadoso examen, que ya nunca han de recibir. Si yo fuera capaz de interpretar para el mundo la mitad de los grandes pensamientos y nobles sentimientos enterrados con ella, le prestaría un beneficio más grande que el que verosímilmente pueda derivarse de todo cuanto yo pueda escribir sin la inspiración y la asistencia de su sin rival discreción” (p.67)
Fuente de imagen: Fundación Woman’s Week (2018). https://madrid-womans-week.com/libertad-un-sentimiento-emocional/
Referencias
Acemoğlu, D. y Robinson, J. (2019) The Narrow Corridor: States, Societies and the Fate of Liberty. New York: Penguin Press
Arteta, A. (2006) De lo intolerable al más allá de la tolerancia. Fundación Manuel Giménez Abad de Estudios Parlamentarios y del Estado Autonómico. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5770964.pdf
Barberá, P., Jost, J., Nagler, J., Tucker, J. y Bonneau, R. (2015) Tweeting From Left to Right: Is Online Political Communication More Than an Echo Chamber? Psychological Science, 26(10), 1531–1542. https://doi.org/10.1177/0956797615594620
Bravo, C. (2022, Febrero 13) ¿Las derechas extremas de la actualidad encarnan la nueva rebeldía? Gatopardo. https://gatopardo.com/noticias-actuales/derecha-extrema-izquierda-progresismo-libro-pablo-stefanoni/
Cinelli, M., Morales, G., Galeazzi, A., Quattrociocchi, W. y Starnini, M. (2021) The echo chamber effect on social media. PNAS, 118 (9). https://www.pnas.org/doi/10.1073/pnas.2023301118
ESPN (2022, Noviembre 4) Nike suspende relación con Kyrie Irving y lanzamiento de los Kyrie 8. ESPN. https://espndeportes.espn.com/basquetbol/nota/_/id/11181928/nets-kyrie-irving-nike-castigos
Gundelach, P. y Kreiner, S. (2004) Happiness and Life Satisfaction in Advanced European Countries. Cross-Cultural Research, 38(4), 359–386. https://doi.org/10.1177/1069397104267483
Hong, S. y Kim, S. (2016) Political polarization on twitter: Implications for the use of social media in digital governments. Government Information Quaterly, 33 (4), p. 777-782. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0740624X16300375
Mill, J. (1859) Sobre la Libertad. Reimpresión, Madrid: Alianza Editorial, 2021
Minkov, M., Welzel, C. y Schachner, M. (2020) Journal of Happiness Studies, 21, 2873-2888. https://link.springer.com/article/10.1007/s10902-019-00203-w
Piazza, J. (2022) Political Polarization and Political Violence. Social Science Research Network. https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=4156980
Reporteros Sin Fronteras. (2022). 2022 es ya el año más mortífero para los periodistas en la historia de México. Reporteros Sin Fronteras. https://rsf.org/es/2022-es-ya-el-a%C3%B1o-m%C3%A1s-mort%C3%ADfero-para-los-periodistas-en-la-historia-de-m%C3%A9xico
The Guardian (2022, Octubre 29) Elon Musk declares Twitter ‘moderation council’ – as some push the platform’s limits. The Guardian. https://www.theguardian.com/technology/2022/oct/28/elon-musk-twitter-moderation-council-free-speech
Thomeer, M. y Reczek, C. (2017) Happiness and Sexual Minority Status. Archive Sexual Behavior, 45(7), 1745-1758. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5679422/
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