El Sistema Nacional de Salud de México ha tenido importantes avances en la búsqueda de mejorar la calidad de los servicios de salud pública. Sin embargo, el cumplimiento de estándares de calidad aún es irregular entre los distintos prestadores de servicios; en algunos casos su eficiencia y resolutividad es reducida. Las deficiencias que se tienen en el sistema de salud en México siempre han existido, pero la pandemia de Covid-19 ha sido la que ha arrojado luz a tan serias problemáticas.
Kevin García Chacón. Estudiante de 3º semestre de Ingeniero Biomédico.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, para poder alcanzar un eficiente sistema de salud se han de obtener una serie de criterios sociales que propicien el bienestar de todas las personas; entre ellos, la disponibilidad de servicios de salud.
El Sistema Nacional de Salud de México ha tenido importantes avances en la búsqueda de mejorar la calidad de los servicios de salud pública. Sin embargo, el cumplimiento de estándares de calidad aún es irregular entre los distintos prestadores de servicios; en algunos casos su eficiencia y resolutividad es reducida. Las deficiencias que se tienen en el sistema de salud en México siempre han existido, pero la pandemia de Covid-19 ha sido la que ha arrojado luz a tan serias problemáticas.
Los principales problemas
Uno de los mayores problemas que ha enfrentado el sector salud ha sido la insuficiencia de recursos financieros para satisfacer las crecientes necesidades de la población en materia de salud. En 1996 el gasto en dicho rubro representó 3% del PIB, y si bien, venía creciendo paulatinamente cada año, a partir del 2016 se inició un proceso de recortes y México destina actualmente solo un 3.3% de su PIB como gasto público en salud en contraste con el promedio destinado por los países de la OCDE de 7.7%.
Una consecuencia de la falta de inversión en el sector salud es la falta de materiales y personal médico. El país cuenta con 0.7 camas hospitalarias por cada 1,000 habitantes, mientras que el promedio de Latinoamérica es de 3.6 camas. En Cuba son más de cinco camas y en Argentina se registran hasta tres camas por cada 1,000 habitantes. Con lo que concierne a la disponibilidad de médicos y enfermeros, de acuerdo a datos proporcionados por la OCDE, México tenía en el 2015, 2.2 médicos y 2.6 enfermeros profesionales por cada 1000 habitantes, incluidos los profesionales del sector privado. Estas cifras están muy por debajo del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico que tienen una cifra de 3.2 médicos y 8.8 enfermeros por cada 1000 habitantes.
Una situación subsecuentemenete paradójica es que, ante la insuficiencia de recurso para la contratación de personal en el sector salud, existe un gran desempleo de médicos y enfermeros: ante la imposibilidad de obtener un trabajo en las instituciones de salud se ven en la necesidad de laborar en otras áreas.
Fragmentación y desarticulación
Una deficiencia organizativa principal de nuestro sistema de salud es la fragmentación y desarticulación del sector con la consecuente duplicidad y desperdicio de los recursos.
La fragmentación del sistema de salud se ve reflejada en la existencia de diversas instituciones de salud que atienden a segmentos diferentes de la población caracterizadas de acuerdo a su posición laboral. Por un lado, se encuentran las instituciones de seguridad social como el IMSS, ISSSTE, SEDENA, SEMAR y PEMEX que atienden respectivamente a los trabajadores de las empresas privadas; a los trabajadores al servicio del Estado; al ejército; a la marina y a los trabajadores de la industria petrolera. Por otro lado, se encuentran la Secretaría de Salud y el IMSS-PROSPERA que atienden a los mexicanos que no cuentan con seguridad social.
Una fortaleza relativa del sistema de salud público es el haber alcanzado una cobertura de servicios para el 79.5% de su población; sin embargo, el hecho de que aproximadamente 25 millones no cuentan con acceso a servicios médicos es una deficiencia considerable. De los 97.2 millones (79.2%) que tienen acceso al servicio de salud del sector público, 50.3 millones (41.1% de la población) fueron personas aseguradas y 46.9 millones (38.4%) personas no aseguradas.
Esto nos muestra que el gasto en salud que hacen los mexicanos de sus bolsillos, representa 5% del PIB. La realidad es que aunque se tengan los servicios del IMSS o ISSSTE, los mexicanos destinan una parte significativa de su ingreso para realizarse estudios o para atender cualquier enfermedad. Esto se debe a la incapacidad de los servicios públicos de poder atenderlos oportunamente.
A esta deficiencia en términos de atención médica, hay que agregar que alrededor del 70% de los centros de salud rurales se encuentran atendidos exclusivamente por médicos y enfermeros pasantes. De acuerdo a la normatividad sanitaria existente, idealmente, los médicos y enfermeros pasantes siempre deben ser supervisados y asesorados por personal adscrito de su misma profesión.
A pesar de ello, los becarios no cuentan con el acompañamiento que deben tener por parte de personal adscrito en las áreas rurales. Una consecuencia importante de dicho desapego a la normativa, es que, muchas veces, la atención prestada por el personal becario no supervisado no reúne las características de calidad y seguridad que la población requiere.
Ante la insuficiente disponibilidad y acceso de atención médica institucional han proliferado los establecimientos privados denominados Consultorios Adyacentes a Farmacias. Estos ofrecen consultas médicas, exámenes de laboratorio y gabinete y medicamentos de bajo costo, que en su gran mayoría no cumplen con las normas vigentes de calidad y seguridad del paciente.
El desafío fundamental es lograr la integración de un sistema único de salud, con cobertura universal efectiva bajo el esquema de seguridad social. Para lograr lo anterior, es necesario incrementar paulatinamente el gasto público en salud destinado al aumento y mejora de unidades, así como también al incremento de sueldos y personal para la satisfacción de las necesidades de salud de la población.
Créditos de la imagen: https://www.pexels.com/es-es/foto/camas-de-hospital-blancas-236380/
Bibliografía
- https://www.eleconomista.com.mx/economia/Covid-19-evidencia-deficiencias-del-sistema-de-salud-y-del-mercado-laboral-mexicano-20200528-0053.html
- https://www.forbes.com.mx/foro-claves-rediseno-sistema-salud-mexico/
- https://www.anmm.org.mx/GMM/2016/n2/GMM_152_2016_2_278-284.pdf
- http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0036-36342011000800017
- https://repositorio.cepal.org/handle/11362/5300
- http://www.conamed.gob.mx/gobmx/boletin/pdf/boletin15/principales_logros.pdf
- https://www.paho.org/mex/index.php?option=com_content&view=article&id=1023:calidad-en-el-sistema-de-salud-para-el-acceso-y-la-cobertura-universal-en-salud&Itemid=49
- https://www.expomed.com.mx/es/conferencias/blog/contenido-relacion-paciente-sistema-de-salud/la-calidad-de-la-atencion-a-la-salud-en-mexico-a-traves-de-sus-instituciones.html
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