«Bitcoin ha visto aumentar su popularidad como nunca este 2021, haciendo que cada vez más personas e instituciones financieras entren al juego, pero ¿es esto realmente deseable en todos los aspectos? ¿O podría haber algo más devastador del otro lado de las impresionantes ganancias y facilidades que ha logrado tener Bitcoin?«
Por Ian Peralta Martínez, estudiante de Nanotecnología de 4º Semestre
Dentro del mundo de las virales e innovadoras criptomonedas, el buque insignia de todas ellas, Bitcoin, ha dado muchísimo de que hablar en las últimas semanas de este año. Desde multimillonarios como Elon Musk y Jack Dorsey apostando por la criptomoneda y exhortando a todos por redes sociales a hacer lo mismo, y bancos internacionales y corporaciones aumentando el nivel de fondos que tienen en la moneda, hasta compañías como PayPal y Visa anunciando que permitirán las operaciones en sus plataformas con el activo. Bitcoin ha visto aumentar su popularidad como nunca este 2021, haciendo que cada vez más personas e instituciones financieras entren al juego, pero ¿es esto realmente deseable en todos los aspectos? ¿O podría haber algo más devastador del otro lado de las impresionantes ganancias y facilidades que ha logrado tener Bitcoin?
Algoritmos agotadores de energía
Una de las principales fortalezas por las que muchos abogan por Bitcoin como nueva forma de pago es el planteamiento que podría revolucionar los modelos económicos como los conocemos hoy en día, pero estas mismas propuestas por las que tanto podría progresar, también juegan de doble filo ante la moneda. Tomemos el caso del famoso “halving”, la medida por la que Bitcoin es una moneda antiinflacionaria, y en donde cada determinado bloque de Bitcoin minado reduce automáticamente la recompensa que el minero obtiene de excavar un “bloque”, es decir, cada que se mine determinado número de monedas, se tendrá que producir el doble de esfuerzo a partir de ese punto para producir la misma cantidad de monedas. Desde un punto de vista técnico, esto es asombroso pues evita que la moneda caiga en ciclos inflacionarios como el dinero FIAT a largo plazo, sin embargo, esto es justo lo que hace que la moneda caiga en un despilfarro de recursos. A grandes rasgos, se puede inferir que la cantidad de energía necesaria para minar Bitcoin solo aumentará en el futuro, y teniendo uno de los algoritmos más agotadores de energía dentro de todas las criptomonedas existentes, esto es una figura preocupante.
Si Bitcoin fuera un país…
Para ponerlo en datos duros, un país como México consume al año 267.9 TWh (teravatios por hora), y es el 14vo país con mayor consumo mundial. De este consumo es de donde se alimenta cualquier actividad que necesite energía eléctrica, como inclusive estar leyendo este artículo ahora. Suena a una cifra razonable considerando que tiene la décima población más grande. Siguiendo esta línea, países como España consumen 241.5 TWh (18vo), Polonia 152.6 TWh (24vo), Suecia 131.8 TWh (27vo), etcétera. Y aquí es donde lo preocupante empieza para Bitcoin y su sustentabilidad; según la Universidad de Cambridge (2021), su consumo total anual se calcula en 131.6 TWh, es decir si Bitcoin fuera un país, sería el 28vo en consumo energético. Bitcoin consume más energía que el 80% de naciones alrededor del mundo solo en el minado de la criptomoneda. Al parecer en uno de los aspectos en los que Bitcoin podría ser peor que los modelos actuales es justamente una de las mayores problemáticas contra las que se enfrenta la humanidad, y es el cambio climático.
Pero en estos momentos se podría dar la interrogante, ¿qué tal si se usan fuentes de energía renovables y verdes? Claramente sería el mejor de los escenarios para todos nosotros, pero datos recientes indican que aproximadamente más de la mitad de la capacidad minera de Bitcoin proviene del suroeste de China, donde la principal obtención de energía es basada en centrales eléctricas de carbón, una de las fuentes más contaminantes que existe. A partir de aquí se puede expresar que Bitcoin no es para nada amigable con el medio ambiente, siendo incluso esto característico particularmente de esta criptomoneda, pues el consumo eléctrico de otras criptodivisas no llega ni cerca al de Bitcoin. Esto presenta otra variable dentro de todo el sistema que se ha venido creando: si conocemos que Bitcoin obtiene la mayoría de su energía de fuentes contaminantes, ¿qué tan ecológicas se podrían llamar las empresas que lo usen como principal activo? Tesla es la epifanía de este problema, una compañía enfocada a lograr un transporte sostenible y a modernizar la manera en que nos movemos, haciéndola más ecológica que las alternativas presentes, ahora tiene 1.5 mil millones de dólares en uno de los activos más contaminantes que podrían existir. ¿Cómo afecta esto la huella ecológica de Tesla y a aquellos consumidores de sus productos?
El rápido incremento de los precios de Bitcoin y su gradual adopción en más plataformas sólo sugieren que esta tendencia consumista seguirá incrementándose, junto a su huella de carbono en el planeta. Basta analizar cómo ha progresado desde 2017, el año de mayor auge en el mundo de las criptomonedas, donde su consumo se ha incrementado en un factor de 10 a la actualidad, aunado a toda la basura electrónica que genera, puesto que, aun siendo un activo totalmente digital, el equipo con el que se mina tiene una vida útil de 18 meses solamente, después de la cual se desecha al perder eficacia y rentabilidad. Aunque gobiernos de diferentes países como el de China, Estados Unidos o Irán han empezado a tomar cartas en el asunto, séase por ser proambiental o por otros motivos ulteriores, estas medidas quedan cortas de lo que en verdad se necesita para poder resolver el gran consumo de energía que presenta actualmente, ya que falta unificar a nivel internacional las medidas que podrían tardar hasta años para entrar en desarrollo.
Afectaciones a terceros
Totalmente independiente al tema ambiental del que Bitcoin no sale tan bien parado (lo suficiente como para que Bill Gates lo descalifique por esta razón), se encuentra la controversia en la que se ha visto envuelta la moneda en la escasez de chips. Es tanta la demanda de equipo para minería que el abasto de esta maquinaria ya no es suficiente a nivel mundial, lo cual ya ha empezado a mostrar efectos reales en la economía, siendo así el caso para Samsung, Honda, General Motors, Volkswagen, entre otras empresas, que tuvieron que hacer modificaciones a sus planes de producción, o incluso tomar medidas extremas como cerrar temporalmente plantas enteras por la falta de chips. Esta es otra de las grandes problemáticas, si en tiempos presentes la demanda ya es demasiada como para generar una escasez mundial, a medida que crezca esta y otras criptomonedas, ¿qué futuro le espera a la industria de semiconductores?, y peor aún, ¿en qué momento empezará a generar daños relevantes a la economía?
Siendo México un país en el que el PIB depende en un 3.8% de la industria automotriz, y donde se genera casi 1 millón de empleos del que dependen 3.6 millones de mexicanos (AIMA, 2020), no es algo que deba tomarse a la ligera cuando ya se están viendo repercusiones directas por la escasez en estos sectores de otros mercados internacionales. Si a esto le aunamos la incesante demanda de semiconductores de otras áreas que parece no reducirse, e incluso aumentar por la pandemia (por ejemplo, en el aumento de ventas de laptops, smartphones, dispositivos médicos o sensores), muestra una severa imagen del futuro a corto y mediano plazo, no sólo para México, sino para los mercados mundiales.
El Bitcoin, aunque fuertemente especulativo, se ha posicionado en boca de todos y ha mostrado tener una facilidad de crecer bajo el consuelo de las redes sociales, lo cual ha disparado su crecimiento de manera exponencial como se puede apreciar en su valor actual exageradamente alto. Aunque hay numerosos motivos por el cual alegrarse que este sea el próximo gran cambio en la economía mundial, como cualquier invento del humano, no es perfecto y tiene un lado no tan benéfico como se quisiera pintar. Sólo el tiempo podrá decir si Bitcoin en verdad seguirá las predicciones positivas que se le han atestiguado en tiempos recientes, o si en medio de todas las adversidades económicas globales como la pandemia, las futuras recesiones y desaceleración del crecimiento económico, volverá a tener una gran quiebra en su valor semejante a 2017, que, aunque de diferentes magnitudes, podría volver a ensuciar la reputación de la criptomoneda haciendo más difícil su paso adelante. De cualquier manera, por el momento llegó para quedarse, y con ello también las problemáticas que ha causado y seguirá causando proporcionalmente al crecimiento de su valor.
Imagen: WorldSpectrum de Pixabay
Referencias
Cambridge Centre for Alternative Finance. (2021). Cambridge Bitcoin Electricity Consumption Index Comparisons. University of Cambridge Judge Business School. Recuperado de: https://cbeci.org/cbeci/comparisons
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Expansión. (2020). El sector automotriz pide ser considerado esencial para continuar operaciones. Expansión. Recuperado de: https://expansion.mx/empresas/2020/03/31/sector-automotriz-pide-ser-considerado-esencial-para-operar
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