Vivienda al estilo Unión Soviética, ¿la respuesta al éxodo rural latinoamericano?

«Los bloques de apartamentos masivos son una buena opción para recibir ese flujo de habitantes [rurales] y reorganizar la población que vive en zonas marginales sin servicios básicos, fuera de planificación, administración y resguardo«.

David Peralta
Estudiante de Relaciones Internacionales 4° Semestre.

Contexto

La extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) fue un estado federal de repúblicas socialistas que nació en 1922 y se extinguió en 1991. Este estado se creó a partir de la Guerra Civil Rusa y la consolidación de la Revolución de Octubre (1917) en 1922. La unificación de la nueva Rusia Soviética significó la creación del primer estado socialista de la historia de la humanidad. El socialismo, en verdad, es un concepto complicado que cada Secretario General, Premier, Mariscal, y Líder Supremo ha dado a su forma de gobierno, pero todos ellos tienen algo en común: la apropiación pública de propiedad privada y el establecimiento de un régimen de partido. El objetivo del socialismo es directamente mencionado por Carlos Marx como un ‘pequeño’ comunismo o un comunismo versión ligera; esto debería ser el resultado de una revolución del proletariado y el establecimiento del poder obrero (CHATTOPADHYAY, 2011). En nuestro contexto real, el socialismo ha sido la práctica del control estatal de los medios de producción, la planificación central de la economía y el establecimiento de un régimen de partido único, que usualmente termina siendo regido por una persona de manera vitalicia o por una Nomenklatura (una élite de la sociedad formada exclusivamente por miembros del partido comunista (FIDALGO, 1980)).  

La idea de los bloques Soviéticos

En la Unión Soviética, un enfoque de la política económica de la era de Josef Stalin (1927-1953) fue la creación de una industria pesada, basada en la extracción de materia prima, petróleo y demás metales para su comercio y transformación en materia disponible para la fabricación de productos más complejos. Durante la Segunda Guerra Mundial, estas fábricas abastecieron el armamento al Ejército Rojo contra Alemania Nazi. ¿Por qué hablo de esto? El modelo de sociedad implementado por la URSS fue uno donde el gobierno controlaba las fábricas y su producción; esto tuvo un impacto enorme en el éxodo rural hacia los centros de manufactura donde tenían un trabajo asegurado por el estado. Este movimiento de personas produjo desde el principio una escasez de viviendas para los trabajadores (en ese tiempo, siervos en su mayoría) que inclusive se comenzaba a especular en el Imperio Ruso desde antes de la caída del Zar Nicolás II. 

¿Cómo se trató de resolver este problema? La pregunta de la escasez de vivienda nunca molestó a Stalin, ya que siempre favorecía el gasto dirigido a la industrialización de la Unión. “El Primer Plan Quinquenal (1929-32) había proyectado un aumento del 33 por ciento en el espacio de vivienda urbana, pero solo se construyó el 16 por ciento. Se sacrificó la producción de viviendas en favor de grandes inversiones en la industria pesada” (Morton, 1984). Con la invasión alemana durante la Segunda Guerra Mundial, el problema creció hasta que la destrucción de ciudades enteras como Stalingrado (hoy Volgogrado) fuera común. La guerra dejó a más de 25 millones de personas sin casa. Sólo hasta la llegada de Nikita Khurishchev, después de la muerte de Stalin, se pensó en un plan de vivienda masiva donde la cantidad de hogares se vería priorizada ante su calidad; y allí nació el concepto de Vivienda Soviética o Bloque Soviético.

Khurishchev declaró en su momento: “¿Construyes mil apartamentos adecuados o setecientos buenos? Y, ¿preferiría un ciudadano conformarse con un apartamento adecuado, o esperar de diez a quince años por uno muy bueno? El liderazgo debe partir del principio de usar disponibilidad – recursos materiales capaces de satisfacer las necesidades de la población lo antes posible”. Este punto supuso el financiamiento de edificios de 5 pisos, construidos a bajo costo. Con habitaciones pequeñas, techos más bajos a 2.50 metros, armados con piezas prefabricadas estandarizadas, paneles de soporte del tamaño de una pared hechos de hormigón pretensado construidos de manera industrial y ensamblables por mano de obra poco calificada durante el invierno o verano (Morton, 1984). Desde 1957 hasta 1991, la URSS construyó en promedio 2 millones de unidades de viviendas en bloques de apartamentos que con el tiempo se denominaron Khrushchyovka [Juru-shofska] (Morton, 1984). En las ciudades con más de 1 millón de habitantes, estas unidades constituían cerca del 75% de todas las edificaciones (Morton, 1984). Con el transcurso del tiempo, se expandió el concepto a edificaciones de mayor altura hasta llegar a más de 20 pisos en ciertos lugares, en especial en la periferia de ciudades grandes. 

Críticas

La respuesta masiva e industrial con la cual se realizaron estos proyectos fue adecuada a las necesidades de las personas de la Unión, aunque la acción a gran escala tuvo un costo de oportunidad. Arquitectos y ciudadanos soviéticos, e incluso habitantes actuales, criticaron a las construcciones como ‘monótonas e inexpresivas’. De los edificios de vivienda han resaltado no sólo la estática, sino también la pobre calidad en la colocación de los paneles, mala contención del calor, problemas de humedad en las paredes, en los pisos, goteras en los cielos falsos, etc. (Morton, 1984). La respuesta masiva al problema de viviendas en la URSS y la rapidez con la que eran pedidas por los gobernantes ocasionó muchas fallas de construcción, sin ojo al detalle. El monopolio del Estado Soviético hacia las viviendas también provocó un desincentivo a la construcción privada de viviendas que aunado a las restricciones legales, impidieron el desarrollo de proyectos privados que mejoraran las fallas reales de las viviendas. Lo más importante de todo era que en el mercado soviético habitacional no habían ciclos de cambio de precios, es decir, lo que se ofrecía al mercado se vendía porque no había otra opción, y el único insatisfecho era el comprador (Morton, 1984).

América Latina

“En las zonas rurales de América Latina y el Caribe viven más de 123 millones de personas, de las cuales 50 millones trabajan, con lo cual, el empleo rural sostiene a una de cada cinco personas que trabajan en la región” (OIT, 2020). Estas cifras son importantes, ya que en la actualidad existen urbes superpobladas en América Latina, como lo son São Paulo y Ciudad de México. Y vendrán muchas más megaciudades en este siglo por esas mismas necesidades. Cada habitante necesitará agua, drenaje, techo y electricidad en una ciudad, por lo tanto será importante considerar respuestas masivas como las viviendas prefabricadas e industrialmente confeccionadas. Los bloques de apartamentos masivos son una buena opción para recibir ese flujo de habitantes y reorganizar la población que vive en zonas marginales sin servicios básicos, fuera de planificación, administración y resguardo. Al vivir en edificios de altura media se puede estructurar un mejor control social, intervenir en caso necesario, proveer servicios básicos de manera más eficiente y establecer estas viviendas como un pilar en la etapa de desarrollo de las sociedades latinoamericanas para poder transitar organizadamente a un desarrollo pleno. Se decía que el mundo capitalista era el primer mundo, el comunista el segundo, y el tercer mundo los países no alineados. Para llegar al primer mundo necesitamos pasar por lo básico que tuvo la esfera soviética en materia de vivienda; en mi opinión es un pilar para poder transitar hacia un estado de prosperidad. Si podemos aprender de un proyecto exitoso de la Unión Soviética, podemos afirmar que por lo menos el sufrimiento, la represión y las arbitrariedades de ese sistema ya extinto, no fueron completamente en vano.

IMAGEN: David Peralta

Referencias:

CHATTOPADHYAY, P. (2011). On the Question of Soviet Socialism. Science & Society, págs. 107-114.

FIDALGO, F. (1980). «La nomenklatura», nueva clase dirigente soviética. El País. Recuperado de: https://elpais.com/diario/1980/09/12/internacional/337557619_850215.html 

Morton, H. (1984). Housing in the Soviet Union. Obtenido de Proceedings of the Academy of Political Science, Vol. 35, No. 3, The Soviet Union in the 1980s: URL: https://www.jstor.org/stable/1174118 

Organización Internacional del Trabajo. (2020). Sector rural y desarrollo local en América Latina y el Caribe. Organización Internacional del Trabajo. Recuperado de: https://www.ilo.org/americas/temas/sector-rural-y-desarrollo-local/lang–es/index.htm#:~:text=En%20las%20zonas%20rurales%20de,que%20trabajan%20en%20la%20regi%C3%B3n 

Las opiniones aquí expresadas son exclusivas de su autor/autora y no representan la ideología del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del mismo, el Departamento de Economía, así como a la Sociedad de Alumnos de Licenciado en Economía.

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