Redefiniendo el empoderamiento femenino

El concepto de empoderamiento femenino ha estado en tendencia durante los últimos años, sin embargo, es hora de cuestionarnos si las mujeres realmente podemos empoderarnos mientras estamos sometidas a un sistema patriarcal.

Redacción por Gavriella Flores, estudiante de Derecho.

El concepto de empoderamiento femenino ha estado en tendencia durante los últimos años y este mes de marzo no puede ser la excepción. Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas es el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5 establecido en la agenda 2030 de las Naciones Unidas, sin embargo, es hora de cuestionarnos si las mujeres realmente podemos empoderarnos mientras estamos sometidas a un sistema patriarcal.

La primera vez del uso oficial del término fue en 1995 durante la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en la cual se adoptó “una agenda para el empoderamiento de la mujer”, en ese entonces el empoderamiento femenino estaba basado en transformar la subordinación de género, eliminar estructuras opresoras, así como la movilización política colectiva. Lamentablemente, a 26 años de la conferencia, el empoderamiento se ha tergiversado mediante el discurso capitalista el cual favorece a todos, menos a la mujer. Esto se puede ver reflejado en las campañas realizadas por multimillonarios como Bill Gates, quien hace algunos años anunció una donación de 100,000 gallinas a países en vías de desarrollo para luchar contra la pobreza, con el objetivo de que la cría de gallinas supone un poder económico para las mujeres, ya que “las gallinas son animales que viven en la casa y son percibidas como responsabilidad de la mujer”. 

Es evidente que el empoderamiento de la mujer actual ha enfocado todos sus esfuerzos en el poder económico y se ha olvidado de uno de los factores más importantes: la movilización política. Las prácticas populistas con una supuesta perspectiva de género tienden al asistencialismo, a reforzar los roles de género y a evadir que la verdadera liberación de la mujer no es posible sin un cambio político. Muchos gobiernos y organizaciones han invisibilizado a la mujer con el fin de cumplir con sus discursos de equidad de género, han reducido a las mujeres en cifras que destacan su altruismo. En contraste, los programas deben evaluarse en su capacidad de permitir a las mujeres aumentar su potencial para la movilización política antes que en su capacidad económica, de modo que se ataque la problemática de raíz mientras se genere una equidad de género sostenible.

La concepción que se tiene del empoderamiento no ha sido objetiva debido a los estigmas patriarcales. Actualmente, el deseo de poder solamente surge de la idea de opresión en un sistema patriarcal; toda visión de poder cuenta con una perspectiva masculina y por ende, todo poder adquirido dentro del sistema patriarcal será bajo las condiciones y beneficios de los hombres, haciendo que las mujeres (como a lo largo de toda la historia) pasemos a segundo plano. Las frases como #GirlPower han promovido la idea de que las mujeres podemos ser poderosas en lugar de víctimas; es triste que los mensajes hechos para las mujeres llevan consigo la palabra “poder”: esto porque los hombres no necesitan reafirmar su privilegio y poder, simplemente lo tienen, lo saben y lo dan por hecho. “El movimiento del poder femenino puede llegar a perpetuar estereotipos negativos sobre el concepto del feminismo, no recalca la necesidad de seguir luchando por la igualdad ya que hace creer a las mujeres que esto se ha logrado, y por último, no transmite el arduo trabajo que han hecho las feministas durante los años” (Azkenazi, s.f.).

El empoderamiento despolitizado es como tratar de tapar el sol con un dedo y es otra trampa del patriarcado para hacernos sentir poderosas mientras le somos útiles. Es momento de erradicar la idea de que las metas y las agendas del desarrollo deben ser apolíticas. El concepto de empoderamiento femenino necesita una redefinición inmediata y un rescate de quienes buscan ser los salvadores de la industria para el desarrollo y usan a las mujeres como objeto económico. En el núcleo del empoderamiento de la mujer yace la exigencia de una hermandad global sólida, en la que ninguna mujer sea relegada a la pasividad y al silencio, ni a que sus opciones se limiten a criar gallinas (Zakaria, 2017). Mujeres, busquemos nuestra liberación antes que el empoderamiento.

Referencias

Azkenazi, A. (s.f.) Girl Power y el feminismo. Cold Press News. Recuperado el 5 de marzo de 2021, de: https://coldpressnews.com/el-movimiento-del-poder-femenino-girl-power-y-su-influencia-en-el-feminismo/

Betron, M. (2019) Por qué el empoderamiento de las mujeres no terminará con la desigualdad de género. Recuperado el 5 de marzo de 2021, de: https://apolitical.co/es/solution_article/por-que-el-empoderamiento-de-las-mujeres-no-terminara-con-la-desigualdad-de-genero

Gates, M. (2016) The Small Animal That’s Making a Big Difference for Women in the Developing World. Bill and Melinda Gates Foundation. Recuperado el 5 de marzo de 2021, de: https://medium.com/bill-melinda-gates-foundation/the-small-animal-thats-making-a-big-difference-for-women-in-the-developing-world-15d31dca2cc2

Martínez, A. (2020) El empoderamiento de la mujer en México, ¿mito o realidad?. Fortune. Recuperado el 5 de marzo de 2021, de: https://www.fortuneenespanol.com/opinion/opinion-empoderamiento-mujer-mexico-mito-realidad/

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (s.f.) Objetivo 5: Igualdad de Género. Recuperado el 5 de marzo de 2021, de: https://www.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-goals/goal-5-gender-equality.html

Secretaría Confederal de Mujer e Igualdad de CCOO (2017) ¿Qué significa el «empoderamiento» de las mujeres?. Recuperado el 5 de marzo de 2021, de: https://tribunafeminista.elplural.com/2017/02/que-significa-el-empoderamiento-de-las-mujeres/

Zakaria, R. (2017) El mito del ‘empoderamiento’ de la mujer. New York Times. Recuperado el 5 de marzo de 2021, de: https://www.nytimes.com/es/2017/10/10/espanol/opinion/el-mito-del-empoderamiento-de-la-mujer.html

Las opiniones aquí vertidas son exclusivas de su autor/autora, y no representan la ideología del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, ni del Consejo Editorial de la Gaceta Económica.

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