¿Cómo orientar las becas?

Sí, puede que sea necesario el dinero, pero si no se trabaja por ese dinero, se va a malacostumbrar a la gente, y eventualmente se creará dependencia sin que se trabaje en conseguir méritos.
César Morales
Estudiante de 4º semestre de Economía

Tras el anuncio del presidente en funciones, Andrés Manuel López Obrador, de seguir destinando dinero del fondo de estabilización en sus programas sociales, hay muchas preguntas que surgen en la mente de los mexicanos. ¿Por qué? (válido para tratar de entender sus decisiones y por qué lo votaron) ¿Qué no es mejor destinar ese fondo para otra cosa? ¿Alguien está tratando de detenerlo?

Y pues, no, mi estimado lector, no solo tú estás con éstas y otras interrogantes. Estos programas sociales inicialmente se veían prometedores, pero la idea de regalar dinero a mansalva y no esperar que algo pase a cambio es una idea que, incluso en el mejor de los casos, es algo incomprensible si no se destina con algo en mente. Para los adultos mayores es comprensible, por las pensiones. Para promover el estudio es comprensible también, por el alfabetismo. Para las personas que no estudian ni trabajan puede ser igual, al ser una vía para estimular la economía del país. Sin embargo, la falla principal que se puede resaltar acá es la falta de compromiso con los que reciben estas becas. ¿Por qué?

Sí, puede que sea necesario el dinero, pero si no se trabaja por ese dinero, se va a malacostumbrar a la gente, y eventualmente se creará dependencia sin que se trabaje en conseguir méritos para merecer recibir de lo que se depende, aunque sea esencial para su vida. El problema principal acá es no hacer que la gente trabaje por dichas becas. Por ejemplo, para ganar ese dinero que “se necesita” (porque no necesariamente es el caso para todos) para poder seguir estudiando, se pudiera definir alguna calificación mínima a obtener cada bimestre, cuatrimestre o semestre que se curse, dependiendo de tu nivel de escolaridad. Otro ejemplo sería que la beca de quienes no estudien ni trabajen se mantenga mientras no puedan conseguir un trabajo, o siquiera mientras no consigan un trabajo fijo o uno que les dé un ingreso digno. Sin embargo, para seguir haciendo méritos para tenerla, se tiene que comprobar que se está trabajando, o activamente buscando uno (un poco de burocracia aquí sería lo necesario). El caso de los apoyos para la tercera edad es más complejo, pero esto es una nota, no una tesis. Es suficiente aquí decir que con que se haga algo para incrementar el bienestar social al darles un ingreso con el que se puedan sustentar de forma suficiente, basta.

Esas serían cosas que harían que los apoyos tengan sentido, porque se está invirtiendo a corto plazo (en el bienestar social), a mediano plazo (a estimular la economía), y a largo plazo (al aumentar la gente capacitada para trabajar y sostener la economía). Sin embargo, aquí no parece haber un plan sólido para esto, solo parece existir para complacer a las masas y fomentar el asistencialismo. Y como todos sabemos (o deberíamos de), la economía hace lo que puede con los recursos que tiene, que son limitados. Por eso deberíamos de pensar en el mejor plan a futuro para poder aprovechar estos recursos, no querer curar un cáncer a base de tiritas y buenos deseos.

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